Con el equipo inscrito como amateur a la Asociación Deportiva de Bogotá a principios de 1941, la formalización del club era evidentey como no podía ser diferente, el lugar indicado era el punto de encuentro de “Los Santafereños”, el Café del Rhin en el Pasaje Santa Fe, el nombre era un punto clave a definir, el conjunto deportivo no podía seguir siendo “Ex-alumnos del Gimnasio Moderno” ni alguno similar, era muy extenso y no representaba el nuevo sentido del grupo.

“Independiente” fue el primer componente, un nombre para la época ya establecido en Argentina para Independiente de Avellaneda y que en su connotación lograba mostrar el espíritu del equipo, un grupo dedicado a jugar al fútbol sin fines de lucro, netamente por convicción, la idea romántica del amor por el fútbol y sin la influencia de empresas o inversionistas, era un equipo en efecto Independiente. Sin embargo el nombre Independiente en solitario parecía simple, y fue así como apareció “Santa Fe” como el complemento perfecto, el Pasaje Santa Fe y el ya conocido calificativo de “Los Santafereños” determinaron que el equipo se llamaría: CLUB INDEPENDIENTE SANTA FE.

Estadio El Campín

Ubicado en Bogotá, El Campín es el hogar del Independiente Santa Fe, uno de los clubes más emblemáticos de Colombia. Con una capacidad para 36,000 espectadores, este estadio ha sido testigo de grandes hazañas en el fútbol nacional e internacional, incluyendo finales de la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana. Desde su inauguración en 1938, El Campín ha sido un símbolo de la pasión futbolística en el país, albergando importantes encuentros de la selección colombiana y otros eventos deportivos destacados.

Vibrante Pasión: Cada partido de Santa Fe transforma El Campín en una fiesta de colores y emociones, donde los hinchas alientan con fervor a su equipo. Las tribunas se llenan de banderas y cánticos, creando un ambiente electrizante que se siente desde el primer silbato. Además, el estadio ha sido sede de conciertos y eventos culturales, lo que amplía su significado como un punto de encuentro para la comunidad. Sin duda, El Campín no solo es un lugar para ver fútbol, sino un espacio donde se vive la cultura y la identidad bogotana.